martes, 30 de abril de 2013

San Pablo (Diego Velázquez)




Esta obra es una excelente muestra de la etapa juvenil de Velázquez, influida profundamente por Caravaggio. En ella podemos admirar su dominio del retrato al presentar la imagen de un hombre de carne y hueso captado directamente del natural y envuelto en una amplísima túnica en la que destacan los pliegues casi escultóricos. San Pablo está sentado sobre un escalón que se confunde con el fondo, zona donde se ven las limitaciones de Velázquez al esconder hábilmente las piernas y ocultarlas bajo los pliegues. Tanto el colorido terroso como la iluminación son rasgos comunes de la etapa sevillana del artista, heredados ambos del Tenebrismo. 


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